La trama de esta comedia desarrollada en tres
actos es sencilla. Dos padres han elegido novia para cada uno de sus
respectivos hijos sin ni siquiera haberles dado ocasión de conocerlas
previamente. Éstos, sin embargo, desobedecen la voluntad paterna y se casan con
aquéllas a las que aman. La astucia del pícaro Scapin, el sirviente, contribuye
a que los dos padres acepten los matrimonios de los dos jóvenes.
Al final, se descubre que el Destino ha
querido que las mujeres elegidas por amor por los hijos sean las mismas que las que los
padres habían determinado pensando en el interés económico que dicha unión
reportaba.
La obra de Moliere es una pieza de teatro
divertida y agradable que muestra la ingeniosidad de los sirvientes, la
severidad de los padres, el idealismo y el romanticismo de los hijos y la
importancia del Destino en nuestras vidas. Pero si el teatro de Moliere es
superficial en apariencia, ¿por qué se dice, entonces, que Moliere es eterno? ¿Por
qué las gentes de toda clase y condición siguen leyéndole y asistiendo a las
representaciones de sus obras?
Porque los temas que trata preocupan siempre a
la sociedad. Así, la comedia “Los enredos de Scapin” plantea la cuestión del
matrimonio concertado y del matrimonio por amor que pese a lo que muchos creen
y aseguran, sigue siendo un tema de interés y no sólo en países como la India.
En Europa y en los Estados Unidos, los padres
envían a sus hijos a determinados colegios, clubs y fiestas para que se
relacionen con gentes de su mismo entorno social. Las agencias matrimoniales
son cada vez más numerosas y las preguntas que formulan a sus clientes son muy
similares a las que los padres por lo
común plantean: la ocupación profesional, sus ingresos, religión, actividades
sociales…
¿Es el matrimonio de interés tal vez una
invención de la economía capitalista?
En absoluto.
Brecht, el escritor comunista alemán,
advierte en su obra “El señor Puntila y su criado Matti” contra el matrimonio
fundado única y exclusivamente en el amor romántico.
Según Brecht, si los que se van a casar
quieren ser felices resulta imprescindible que los dos pertenezcan al mismo
grupo socioeconómico. A su juicio, el matrimonio es una sociedad de trabajo. Por
tanto, a fin de que en ella impere la armonía es necesario que sus miembros hayan
tenido la misma educación y dispongan de similares recursos económicos a fin de
conseguir la armonía.
En “Los enredos de Scapin”, el ingenioso Moliere,
ofrece su propia respuesta al eterno dilema de si es preferible un matrimonio concertado
o un matrimonio por amor: ¡Matrimonio por amor, sin duda! –Responde - Pero… - ¡qué estupendo si coincide con el matrimonio
de interés que los padres desean!
Sin embargo, como Moliere escribe, esta
coincidencia no depende ni de la voluntad ni de la razón. Ella es únicamente
fruto del Azar. “El Destino ha llevado a cabo lo que la prudencia de los padres
había deliberado”, escribe Moliere en su obra.
¿Quién ha dicho que los dioses no existen?
¡Hasta la semana que viene!
¡Sean felices!
Isabel Viñado Gascón