El contenido exacto de las 95 tesis puede encontrarse fácilmente en
formato pdf en internet.
A mi modo de ver, dos son los temas principales que allí se tratan:
a)
Desde un punto de vista teológico.
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En la
primera tesis Lutero considera que cuando Jesucristo dijo: “Haced penitencia”, se
refería a toda la vida, hasta la entrada en el Reino de los cielos y por tanto la
penitencia sacramental no es suficiente para cumplir el precepto divino (Tesis
2).
Esta primera afirmación es fundamental. Lutero le
quita el valor salvador a la confesión sacramental, no así a la Penitencia y al
arrepentimiento, que él considera fundamental.. Por eso en la Tesis 35, vuelve
a repetir que no predican cristianamente los que afirman que no se necesita el
arrepentimiento para salvarse y que basta con una indulgencia para conseguirlo.
En efecto, ¿cómo puede una indulgencia salvar a un alma que no se ha
arrepentido sinceramente o puede una indulgencia papal liberar del purgatorio a
un alma que todavía no se ha purificado lo suficiente? (Tesis 30, Tesis 32).
Por contra, el cristiano que realmente se arrepiente de sus pecados no necesita
nada de eso y es perdonado total y absolutamente (Tesis 36).
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Consiguientemente
el Papa no puede perdonar ninguna culpa salvo las referentes al incumplimiento
de las normas por él impuestas (Tesis 20). En lo que a las almas del Purgatorio
se refiere, Lutero afirma que el Papa puede absolverlas pero no por la tenencia
de las llaves (que no las tiene), sino a través de la intercensión (Tesis 26).
b)
Desde un punto de vista socio-económico
-
Una
vez asentado este principio teológico, Lutero dirige su primera protesta contra
los canónicos que amenazan con penas canónicas a los moribundos para conseguir
satisfacer determinados intereses (Tesis 17), cuando en realidad a los moribundos la muerte les absuelve de
todas sus penas (Tesis 13).
Su segunda advertencia se refiere a los que
predican indulgencias con la afirmación de que las indulgencias del Papa
absuelven de toda pena. Por eso en la Tesis 27, Lutero hace referencia al dicho
común que en cuanto la moneda suena en la caja, del purgatorio el alma se
escapa. Lo que en realidad puede aumentar con las indulgencias es la codicia. Ello corrompe al
pueblo y a la Iglesia. Esta es la idea que prevalece a partir de la Tesis 39 y
la que impera a lo largo de todo el escrito. A juicio de Lutero resulta inaceptable
que el dinero juegue un papel más importante a la hora de perdonar las culpas que la fuerza
espiritual de la contricción y que haya párrocos que dediquen más tiempo a la
prédica de las indulgencias que al sermón cristiano (Tesis 54). En este sentido
es fundamental que el Papa se ocupe de castigar a aquéllos predicadores de
indulgencias que las utilizan con exceso y abusivamente (Tesis 72) porque a la larga originarán una falta de respeto al Papa y
determinarán el nacimiento de dudas y desconfianzas teológicas (Tesis 80- Tesis
90).
Del mismo modo ha de enseñarse al cristiano que
hay valores, como son el arrepentimiento, la penitencia, la misericordia y el cuidado
de su propia economía, mucho más importantes que las indulgencias. Por eso, afirma Lutero, cuando
uno encuentra a un necesitado y, en vez de prestarle atención, le compra una
indulgencia lo único que está haciendo es encender la cólera divina (Tesis 44).
Y del mismo modo, el cristiano, cuando no dispone de excedentes, está obligado
a invertirlo en su propia Casa y no en indulgencias (Tesis 45).
En este sentido las conclusiones de Lutero son absolutamente
radicales:
1.
Una
gran parte del Pueblo es estafada con la vanidosa e indiscriminada promesa de
que van a ser eximidos de su condena. (Tesis 24)
2.
Cualquier
verdadero cristiano tiene derecho –con o sin indulgencia- a compartir todos los bienes de Cristo y de la
Iglesia. (Tesis 37)
3.
El
verdadero tesoro de la Iglesia han de ser los Evangelios. Se ha de pescar a los
hombres con las enseñanzas de las Santas Escrituras. En cambio prefieren utilizarse
las indulgencias porque así se pescan los tesoros de los hombres. (Tesis 62-67)
4.
Es
preferible exhortar a los cristianos a pensar que sólo después de haber sufrido
grandes pruebas y haber superado difíciles obstáculos entrarán en el Reino de
los Cielos, antes que prometerles que pueden alcanzarlo de forma tranquila y
pacífica gracias a las indulgencias. El esfuerzo del hombre, no su riqueza, es
lo que cuenta; el mérito y su individual sacrificio y no las indulgencias.
(Tesis 91-95)
Comentario
Estas 95 tesis señalaron el principio del fin. Las sensatas reflexiones de
un hombre creyente, consagrado a Dios, sobre la necesidad de introducir reformas para
solucionar los acuciantes problemas que diariamente horadaban la fe y las
costumbres tanto del pueblo como de los ministros de Dios, se vieron no sólo
ignoradas sino atacadas. Como suele ser habitual, Lutero fue condenado por uno de los pecados que con más frecuencia solía cometer la misma Institución que se lo estaba reprochando a él: la soberbia.
Soberbio era aquél que se atrevía a pensar, el que intentaba seguir la palabra de Dios lo más fielmente posible en vez de obedecer ciegamente las disposiciones canónicas, de
naturaleza tan terrenal como cualquiera de los hombres que las dictaban..
Sucedió lo que suele suceder: que las pretensiones justas y serenas de un
individuo generen aludes de efectos imprevisibles cuando no son consideradas a
tiempo.
Isabel Viñado Gascón.
Nota: Al final de esta serie de blogs dedicados a Lutero, publicaré un largo comentario al respecto. Basta aquí un simple apunte.
Amen
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